Un desayuno saludable es clave para empezar el día con energía, mantener la concentración y una dieta equilibrada. Pero ¿qué elementos no pueden faltar para que esta primera comida del día sea realmente nutritiva? 

En esta nota, te explicamos qué incluir en un desayuno completo, que sea parte de una verdadera alimentación saludable: 

Carbohidratos para la energía  

Los carbohidratos son la principal fuente de energía para nuestro cuerpo y cerebro, pese a que algunos expertos consideren que hay que sacarlos por completo de una dieta saludable. Incluirlos en el desayuno te ayuda a mantener niveles estables de energía durante la mañana.  

Algunas opciones recomendadas de carbohidratos son:  pan integral, avena, quínoa o granola sin azúcar añadida.  

Te recomendamos siempre elegir carbohidratos integrales, porque liberan energía de manera gradual, para evitar las alzas de azúcar en sangre que suelen provocar cansancio o hambre prematura.  

Proteínas para mantener la saciedad 

Las proteínas son esenciales para reparar tejidos, fortalecer el sistema inmunológico y mantenernos saciados por más tiempo.  

Combinar proteínas con carbohidratos en el desayuno te asegura un inicio equilibrado y completo. Por ejemplo, acompañar tu tostada integral con un poco de huevo o añadir semillas (como las de chía) al yogur para potenciar su aporte proteico, son buenas ideas para partir el día.  

Grasas saludables para apoyar tu metabolismo

Las grasas saludables son indispensables para la absorción de vitaminas, el funcionamiento cerebral y el equilibrio hormonal.  

Alimentos como la palta, frutos secos como almendras o nueces y semillas como la chía o el lino pueden combinar muy bien y ser parte de la ingesta de grasas saludables en el desayuno. Ayudan a mejorat la sensación de saciedad y complementan otros nutrientes esenciales.  

Frutas deshidratadas: un toque dulce y nutritivo 

Las frutas deshidratadas son una excelente opción para enriquecer tu desayuno de manera práctica y deliciosa. Estas frutas conservan la mayoría de sus nutrientes y ofrecen un aporte concentrado de vitaminas, minerales y antioxidantes. Y sin duda, siempre le pueden dar un toque distinto a la primera comida del día.  

Además de ayudar a la digestión y ayudarte a mantener los niveles de energía constantes, son versátiles. Puedes añadirlas a yogures, avena, granola o incluso consumirlas solas como snack.  

De hecho, en una nota anterior compartimos 3 recetas para incluir las frutas deshidratadas  en tus comidas y una de ellas, es un bowl para un desayuno delicioso.  Obviamente, te recomendamos las frutas deshidratas que hacemos en formato de rollo. 

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Aquí vamos con un ejemplo de un desayuno saludable:   

Si estás buscando inspiración, aquí tienes otra idea de desayuno que incluye todos los elementos mencionados:  

Carbohidrato: una taza de avena cocida con la leche de tu preferencia (animal o vegetal) o agua.  

Complemento: un puñado de frutas deshidratadas como arándanos y damascos.  

Proteína: un huevo duro o una cucharada de mantequilla de maní .

Grasa saludable: unas rodajas de aguacate o un puñado de nueces.  

Bebida: un té verde o un vaso de agua con limón.  También es válido el deseado café de las mañanas. 

Este desayuno te proporcionará energía, nutrientes esenciales y un sabor balanceado para comenzar el día de la mejor manera. Si tienes ganas de buscar más ideas de desayunos saludables, te dejamos una nota de la revista Women's Health que deja muchas ideas deliciosas y creativas, para que nunca te aburras del desayuno. 

Anímate a experimentar con nuevas combinaciones y a disfrutar de un desayuno que te nutra de verdad para afrontar el día con energía, bien sea que te toca enfrentar una jornada laboral  o un merecido día de vacaciones.