Que los niños y niñas coman saludable no tiene por qué ser una batalla diaria. Muchas veces, el secreto está en ofrecer opciones coloridas, simples, sabrosas y fáciles de integrar en su rutina.

Un menú equilibrado no solo aporta nutrientes esenciales, sino que también ayuda a crear hábitos alimentarios positivos para toda la vida. Ya hemos publicado algunas ideas en notas como las siguientes: 

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Pero queríamos dejarles más ideas, por eso aquí les compartimos ideas prácticas, variadas y pensadas para familias ocupadas que buscan alternativas nutritivas sin complicarse demasiado. Una que armamos muy inspirados en Los 10 pasos para una alimentación y hábitos saludables, desarrollado por Unicef Brasil y que ese enfoca en la alimentación desde el nacimiento hasta los 2 años de edad. 

De igual manera, gran parte de las ideas, creemos que pueden ser deliciosas para cualquier persona de la familia. ¡Así que vamos con todas las ideas de menú!

Opciones para desayunos llenos de energía

Comenzar el día con un desayuno nutritivo es clave para mantener la energía, la concentración y el buen ánimo durante toda la mañana. En el caso de niños y niñas, este primer plato del día tiene aún más impacto: influye en su rendimiento escolar, regula su nivel de azúcar en la sangre y les entrega la energía sostenida que necesitan para jugar, aprender y moverse. Por eso vale la pena apostar por recetas simples, balanceadas y llenas de ingredientes reales. Aquí te compartimos varias ideas deliciosas, prácticas y perfectas para toda la familia.

1. Avena con frutas deshidratadas

La avena es un clásico del desayuno por una razón: es rica en fibra soluble, ayuda a mantener la saciedad por más tiempo y entrega energía de liberación lenta, ideal para evitar bajones durante la mañana.

Cuando la combinas con frutas deshidratadas 100% naturales de Bigu —como manzana, mango o frutilla— consigues un bowl colorido, dulce y naturalmente nutritivo, sin necesidad de agregar azúcar ni endulzantes artificiales.

2. Panqueques integrales

Los panqueques son un favorito en muchas casas, pero cuando se preparan con ingredientes simples como avena, plátano y huevo, se transforman en una alternativa nutritiva que aporta energía natural, proteínas y fibra. Estos panqueques integrales son ideales para quienes quieren evitar harinas refinadas sin renunciar a un desayuno rico y fácil de preparar.

Para darles un toque especial, puedes añadir trocitos de fruta deshidratada Bigu directamente a la mezcla antes de cocinar. Así obtienes más textura, más sabor y un aporte extra de nutrientes. Son perfectos para las mañanas con poco tiempo: se preparan rápido, se pueden congelar y calentar en minutos, y además funcionan muy bien para los niños que necesitan un desayuno saciante sin sentirse pesados.

Almuerzos prácticos y balanceados

El almuerzo es una oportunidad para entregar variedad de alimentos, colores y nutrientes. Cuando se combina proteína, carbohidratos de calidad y vegetales, se logra un plato equilibrado que mantiene la energía estable durante toda la tarde. Estas opciones son ideales para loncheras, comidas en casa o incluso días con poco tiempo para cocinar.

1. Bowl de arroz con vegetales

Los bowls son una tendencia que llegó para quedarse, porque permiten mezclar distintos ingredientes en una sola preparación rápida y sabrosa. Un bowl de arroz con pollo, atún o garbanzos puede convertirse en un almuerzo completo si agregas vegetales que aporten fibra, vitaminas y variedad. Una forma fácil de sumar color y textura es incorporar vegetales deshidratados Bigu: crujientes, sabrosos y naturales.

Los sabores y texturas de los vegetales deshidratados hace que este plato sea más entretenido, especialmente para niños que disfrutan de texturas nuevas. Además, son una solución perfecta para los días en que no alcanzaste a cortar verduras frescas o cuando la lonchera necesita prepararse rápidamente.

2. Tortilla de verduras

Para muchas familias, las tortillas son una solución salvadora. Permiten “esconder” vegetales en preparaciones que los niños disfrutan y hacen más fácil aumentar el consumo de verduras sin dramas en la mesa. Puedes preparar tortillas con huevo, espinaca, zanahoria, cebolla, zapallo italiano o cualquier vegetal que tengas disponible. Incluso puedes agregar un toque de zanahoria deshidratada Bigu para realzar el sabor y sumar aún más nutrientes.

Este tipo de almuerzo es equilibrado, fácil de transportar y funciona también como cena ligera. Es una excelente manera de acostumbrar el paladar infantil a más variedad de sabores.

Colaciones reales y sin ultraprocesados

Las colaciones son un momento clave para mejorar la alimentación infantil, pero suelen ser reemplazadas por opciones ultraprocesadas, altas en azúcar o grasas poco saludables. La buena noticia es que existen alternativas ricas, portátiles y llenas de nutrientes que se pueden incluir sin complicaciones.

Algunas opciones reales y deliciosas son:

• Frutas deshidratadas 100% naturales Bigu
• Palitos de zanahoria o pepino
• Mix de frutos secos
• Yogurt natural con trocitos de fruta deshidratada

Estas colaciones aportan vitaminas, minerales, fibra y energía sostenida. También ayudan a formar hábitos saludables desde la infancia, alejando la idea de que las colaciones deben ser dulces ultra procesados.

Cenas simples, ligeras y nutritivas

Al finalizar el día es importante optar por comidas que sean livianas pero igualmente nutritivas, especialmente para niños que necesitan descansar bien. Las cenas simples pueden ser muy completas si se combinan los elementos adecuados.

1. Crema de zapallo o verduras

Las cremas son una excelente forma de asegurar el consumo diario de vegetales y, además, son reconfortantes y fáciles de digerir. Una crema de zapallo, zanahoria o verduras mixtas puede elevarse fácilmente agregando encima un poco de zanahoria deshidratada Bigu, que aporta textura y un toque dulce natural.

Este tipo de cena es perfecta para días fríos, noches con poco tiempo de cocina o momentos en que se necesita algo sabroso pero liviano.

2. Sándwich saludable

Un sándwich puede ser una cena completa si se estructura correctamente: pan integral, una proteína de calidad (pavo, huevo, pollo o hummus) y vegetales crudos o cocidos. Es rápido, versátil y muy fácil de adaptar según los gustos de los niños. Si quieres hacerlo aún más nutritivo, puedes acompañarlo con una porción de frutas o vegetales deshidratados para sumar más color y vitaminas.

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