El consumo de la fruta deshidratada está cada vez más de moda como una alternativa saludable de snack, alimento deportivo o como un sustituto de la fruta fresca, pero la duda que todos tenemos, ¿es igual de saludable?

La fruta deshidratada se obtiene al someter fruta fresca a un proceso de secado en donde se elimina el agua que esta contiene. A través de este proceso se logra reducir el tamaño y peso del alimento, junto con alargar su vida útil.

¿Tras este proceso de secado las frutas pierden sus propiedades, se mantienen o se incrementan?

Al reducir su contenido en agua, el contenido en nutrientes como las vitaminas y los minerales se concentran y se multiplican. Debemos tener en cuenta que conservan todos los nutrientes de la fruta fresca a excepción de las vitaminas hidrosolubles como la vitamina C.

Lo que sí cambia es el color, por las reacciones de pardeamiento, la textura, por su pérdida de agua y el sabor, por su concentración de nutrientes.

¿Qué pasa con las calorías?

No quiere decir que las frutas deshidratadas al tener más concentración de nutrientes tengan más calorías, es más, tienen la misma cantidad que la fruta fresca, sin embargo, se corre el riesgo de consumir porciones más grandes al ser de menor tamaño. Esto quiere decir que los dos tipos de fruta pueden ser saludables si los consumes de manera adecuada.

Las frutas deshidratadas son una excelente alternativa para deportistas debido a su alto contenido energético y para niños, embarazadas y lactantes, ya que al pasar por el proceso de secado se elimina el riesgo de presencia de microbios y parásitos que podrían estar presentes en la fruta.