La elección de los snacks para nuestros hijos va mucho más allá de simplemente calmar su hambre entre comidas. Estas pequeñas ingestas tienen un impacto profundo en su energía, estado de ánimo y, crucialmente, en su capacidad de concentración y aprendizaje.
Entender cómo los diferentes tipos de colaciones del día interactúan con el cerebro infantil es fundamental para potenciar el desarrollo y bienestar de los más pequeños la familia. Y ojo, también de los adultos.
El cerebro en desarrollo: un motor que necesita combustible de calidad
El cerebro en edad infantil está en constante crecimiento y desarrollo, demandando un suministro continuo y estable de energía y nutrientes. Los picos y caídas de glucosa en la sangre, o la deficiencia de micronutrientes clave, pueden tener consecuencias directas y notables en su rendimiento cognitivo y comportamiento.
Por ejemplo, cuando un niño consume snacks con altos niveles de azúcares añadidos (como dulces, galletas procesadas o bebidas azucaradas), experimenta una liberación rápida de dopamina en el cerebro, generando una sensación de placer inmediato y un pico de energía. Sin embargo, esta subida repentina de glucosa en sangre es seguida por una caída abrupta, un fenómeno que puede provocar:
- Irritabilidad y cambios de humor, debido a que el cerebro lucha por regularse, lo que se traduce en frustración o inestabilidad emocional.
- Fatiga y letargo, que viene después del "subidón"; es cuando la energía se desploma, dificultando que el niño mantenga la actividad física o mental que tenía durante el momento de ese pico de energía.
- Deterioro de la atención sostenida, la capacidad de un niño para concentrarse en una tarea (como la lectura o un juego educativo) se ve gravemente afectada. El cerebro infantil, aún inmaduro en sus funciones ejecutivas, es más susceptible a estas fluctuaciones, lo que provoca que mantener el foco sea casi imposible.
- Impulsividad y dificultad para regular el comportamiento, debido a a inestabilidad en los niveles de glucosa. Esto puede llevar a una menor capacidad de autocontrol y a un comportamiento más impulsivo en el aula o en casa.
Por ello la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de azúcares añadidos a menos del 10% de las calorías diarias, idealmente menos del 5%, para la salud general y metabólica. Esto significa que, idealmente, los niños deberían consumir menos azúcar que el 5% de sus calorías diarias.
¿Que nutrientes que optimizan la función cerebral infantil?
Existen colaciones que aportan un flujo constante de glucosa y nutrientes específicos que son vitales para la claridad mental y la concentración prolongada. Aquí vamos con algunas consideraciones que debe tener una colación saludable y/o ideal:
- Carbohidratos complejos y fibra: a diferencia de los azúcares simples, los carbohidratos complejos (como los de la avena o las frutas) y la fibra (abundante en frutas y verduras) aseguran una liberación gradual de glucosa en el torrente sanguíneo.
Esta energía sostenida alimenta el cerebro de manera constante, permitiendo que los niños mantengan la atención, participen activamente en el aprendizaje y muestren un comportamiento más regulado. La fibra también ayuda a la saciedad, evitando la búsqueda de más alimentos poco saludables
- Proteínas y grasas saludables. La inclusión de proteínas (en yogur natural o frutos secos) y grasas saludables (como las de la palta o semillas) en las colaciones del día es crucial para la saciedad y la energía sostenida.
Las proteínas son los bloques de construcción de neurotransmisores esenciales para la función cerebral y la regulación del estado de ánimo. En tanto, las grasas saludables, en particular los ácidos grasos omega 3, son componentes estructurales del cerebro y son fundamentales para el desarrollo cognitivo, la memoria y la capacidad de aprendizaje en los niños.
Si quieres ideas específicas, aquí detallemos algunas ideas de colaciones saludables ideales para tus hijos.
Vitaminas y minerales ideales para el cerebro
Vitaminas del Complejo B, son cofactores en el metabolismo energético de las células cerebrales, esenciales para la producción de neurotransmisores y la función nerviosa óptima. Una deficiencia puede manifestarse en fatiga mental y dificultad para concentrarse, es por ello que el hierro es vital para el transporte de oxígeno al cerebro y la producción de energía celular. ¡La falta de hierro puede llevar a fatiga, bajo rendimiento escolar y problemas de atención!
En tanto, los antioxidantes (Vitaminas A, C, E) protegen las delicadas células cerebrales del daño oxidativo, que puede afectar la función cognitiva. Entonces, el consumo de frutas como los arándanos, uvas pasas, y la fruta deshidratada en general, son ricas en estos compuestos, ayudando a mantener la claridad mental y el enfoque.
Además, no podemos olvidar que la relación entre el intestino y el cerebro es bidireccional a la microbioma intestinal saludable, fomentado por una dieta rica en fibra y probióticos influye directamente en el estado de ánimo, el comportamiento y las funciones cognitivas de los niños (y en el cuidado de las mismas en los adultos).
El rol de la hidratación en el rendimiento mental
A menudo subestimada, la hidratación es un pilar fundamental para el rendimiento cognitivo. Incluso una deshidratación leve puede manifestarse en los niños como dolores de cabeza, fatiga, disminución del estado de alerta y una marcada dificultad para concentrarse.
Por ello es tan importante asegurar que los niños beban suficiente agua a lo largo del día, evitando bebidas azucaradas que, además de deshidratar a largo plazo, contribuyen al subidón que describimos al inicio del texto.
Además, elegir snacks que aporten nutrientes de calidad y liberen energía de forma gradual es una inversión directa en el potencial de aprendizaje y el bienestar general de los niños.
Es por esa razón que hemos desarrollado opciones como los rollitos de fruta deshidratada de Bigu. Están elaborados con ingredientes 100% naturales, sin azúcares añadidos ni conservantes y son libres de alérgenos comunes como gluten, lactosa y frutos secos, haciéndolos una opción segura y nutritiva para la mayoría de los niños. ¡Esa es la filosofía de nuestra marca!
Su formato práctico y divertido, los convierte en una herramienta excelente para introducir una dosis concentrada de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, que mantienen la energía estable y favorecen la agudeza mental y la capacidad de atención. ¡Ideales a cualquier hora del día!
Prioricemos siempre colaciones que nutran el cerebro y cuerpo de manera integral, para brindarle a nuestros hijos e hijas las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos diarios con energía, calma y una concentración óptima, esenciales para su crecimiento y desarrollo.

Compuesto por 2 deliciosos rollos de fruta + vegetales deshidratados sabor espinaca, equivalentes a 25 grs, sin azúcar añadida, libre de gluten, libre de alérgenos y apto para veganos. Producto 100% natural hecho solo en base a fruta y equivalente a una de las cinco porciones de frutas y verduras sugeridas al día por la OMS. Ideal para consumirlo como colación por su aporte de energía, vitaminas, minerales y fibra. SIN AZÚCAR AÑADIDA – LIBRE DE GLUTEN –LIBRE DE ALÉRGENOS - APTO PARA VEGANOS
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